La finca de L’Aranyó, situada en la zona de Les Borges Blanques, en el corazón de la comarca de Les Garrigues, es un verdadero santuario mediterráneo de viejos olivos con más de cuatrocientos años. Esta finca, plantada con olivos arbequinos por el Duque de Medinaceli, perteneció con posterioridad... ver más
La finca de L’Aranyó, situada en la zona de Les Borges Blanques, en el corazón de la comarca de Les Garrigues, es un verdadero santuario mediterráneo de viejos olivos con más de cuatrocientos años. Esta finca, plantada con olivos arbequinos por el Duque de Medinaceli, perteneció con posterioridad a los monjes de Montserrat, produciendo ya por aquella época los más finos aceites españoles. El pequeño fruto de estos centenarios olivos produce un aceite famoso por su aroma frutal y su cuerpo suave y sin astringencia: auténtico, profundo y delicado como las artes de la sabia cocina hogareña.