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Las patatas fritas Bonilla a la Vista tienen algo que las hace especiales, y la clave está en elegir la mejor materia prima y prepararlas con mimo.

Seleccionan las mejores patatas ya en origen, que se transportan y almacenan en las mejores condiciones en su fábrica en Arteixo (A Coruña, Galicia). Una vez fritas en aceite de oliva, se encargan de seleccionar solo aquellas patatas fritas que respondan a la calidad, color, textura y tamaño que consideran óptimo. Cuentan además con un doble proceso de selección: primero mecánico, donde se descartan aquellas patatas fritas que no cumplen con sus altos estándares de calidad. Y después manual, porque nada podrá sustituir la pericia y saber hacer de su equipo de fábrica. Finalmente, sus máquinas de envasado se encargan de enlatarlas, inyectando gas inerte en la lata para garantizar la mejor conservación del producto.

En los últimos años, las patatas fritas Bonilla a la Vista han recibido múltiples premios y reconocimientos en los principales concursos especializados. También fueron incluidas en la lista de los 15 mejores productos gastronómicos del mundo del diario The New York Times. Además, su aparición en la película "Parásitos", ganadora de varios premios Oscar, ha impulsado considerablemente su popularidad a nivel internacional.