El aceite de oliva virgen extra sin filtrar conserva algunos compuestos sólidos en suspensión y una pequeña parte de agua. No son impurezas o suciedad, sino restos minúsculos de la pasta de aceituna que no afectan en absoluto a las propiedades beneficiosas ni a las vitaminas del aceite.

No se recomienda usar el aceite sin filtrar para cocinar a temperaturas superiores a 100ºC. Por ello, es un aceite de oliva virgen extra idóneo para consumir en crudo y así disfrutar al máximo de todo su aroma, propiedades y sabor intenso.